La opinión de los economistas es esa: los políticos se están equivocando en cómo abordar esta nefasta situación y están incidiendo, con sus actuaciones, la magnitud de la tragedia…
España no quiere salir del laberinto
Benito ArruñadaEl Gobierno español parece instalado en el autoengaño. En sus declaraciones del 28 de mayo, el Presidente casi se ha limitado a pedir que "Europa" afirme la irreversibilidad del euro. Su actitud parece ser la de "ya hemos hecho los deberes y ahora le toca jugar a Europa". Ambas afirmaciones son incorrectas.
Por un lado, en cuanto a los deberes, no es cierto que el Gobierno haya hecho todo lo que ha podido. Ni mucho menos. Las reformas estructurales emprendidas han sido modestas, cuando no desafortunadas.
- La reforma laboral aún nos deja a la cola de Europa en cuanto a la flexibilidad del mercado de trabajo y a la cabeza en cuanto a la carga fiscal que pesa sobre el empleo.
- La reducción del gasto público se ha concentrado en recortar sueldos sin plantearse siquiera la necesidad de suprimir algunos de los inútiles órganos administrativos y políticos que proliferan en los cuatro niveles de la administración. Se promete evitar duplicidades, pero se ve poca disposición, quizá por el coste que comporta para la clase política.
- Apenas se han tocado las prestaciones sociales ni los copagos sanitarios y educativos. Nuestra prestación por desempleo aún dura más y la mayoría de nuestros copagos sanitarios aún son menores que en Alemania. Unas diferencias notables, que ponen en solfa nuestros argumentos en la discusión europea.
- La reforma fiscal se ha limitado a elevar los tipos del impuesto de la renta, que ya era de los más altos y progresivos del mundo, y a introducir una amnistía fiscal tan discutible en su eficiencia como en su justicia. En cambio, el Gobierno no se ha atrevido a provocar una devaluación fiscal simultaneando una subida del IVA con una reducción de las cotizaciones sociales. Argumenta que ello deprimiría el consumo, pero la reducción del consumo es, en todo caso, inevitable. Su elección de medidas fiscales parece motivada más por consideraciones electorales que de eficiencia.
- El Gobierno apenas ha propuesto reformas institucionales, y ello pese a que la sociedad española está harta de una clase política sobredimensionada —se dice que tres veces la de Alemania y el doble de la de Francia— y que no hace el menor atisbo de autocrítica. El último exponente es su intento de esquivar toda responsabilidad en la crisis de Bankia y las demás cajas de ahorros, pese a que han estado controladas por políticos desde los años 1980. Peor aún: es posible que la decisión de rescatar Bankia en vez de capitalizar deuda o liquidarla obedezca al deseo de minimizar costes políticos y mantener cierto grado de control sobre las antiguas cajas.
De entrada, las señales enviadas a los acreedores difícilmente pudieron ser peores. Sobre todo, las revisiones del déficit de 2011 y el electoralismo que le llevó a posponer el presupuesto de 2012 hasta las elecciones andaluzas. Elecciones, que, para más INRI, acabó perdiendo, mostrando así, no ya impericia económica, sino política.
También ha perjudicado la reputación del Gobierno su afición a presentar las reformas y dar malas noticias en pequeñas dosis, como si así se notaran y dolieran menos. En realidad, sucede todo lo contrario, como dice cualquier manual de gestión de crisis y como bien saben, por cierto, los nuevos gestores de Bankia, a la que han sometido a un proverbial Big Bath, tan grande que parece haber pillado por sorpresa al propio Gobierno.
Tampoco ayuda a su reputación la letanía de que "los mercados" no nos entienden y nos tratan injustamente. Como si esa entelequia de mercados no fueran simplemente nuestros acreedores; como si el que éstos desconfíen no fuera racional, dadas nuestras dificultades; y como si, aunque su desconfianza fuera irracional, esa irracionalidad no fuera en todo caso parte integral del problema.
Por último, la reputación del Gobierno también sufre con su reciente hábito de contradecirse cada pocos días en asuntos cruciales, como acaba de hacer con el rescate de Bankia. No sólo ha ido revisando su cuantía, que ahora se extiende para alcanzar otras cajas de ahorros insolventes. Además, se ha lanzado al rescate sin saber cómo iba a financiarlo.
Pese a lo anterior, mi valoración tiende al optimismo. Si actuando tan mal seguimos en pie, los fundamentos del país deben ser más sólidos de lo que pensábamos. Sólo hace falta algo más de profesionalidad en la gestión de la cosa pública. Confío en que, a no tardar, la clase dirigente española empiece a estar a la altura del desafío.
Nuestro problema es que posiblemente Rajoy haya solicitado ya el RESCATE a la UE y estemos esperando a ver qué pasa. No es lo mismo la respuesta de la Comisión Europea de Bruselas, no es lo mismo lo que nos digan Van Rompuy y Barroso que lo que digan Hollande y Merkel.
El principal problema es la financiación del país. Una vez sabido que no nos van a financiar el agujero de 19.000 millones de euros para tapar BANKIA ni los 25.000 millones en que están cuantificados las provisiones que hay que hacer este verano en cuanto sepamos el agujero de los demás bancos con el último Decreto Ley de reforma del sistema financiero, que les obliga a dotar hasta los prestamos buenos porque nadie se cree ya nada…
Ni los 25.000 millones de euros que hay que meter en los bancos intervenidos (Banco de Valencia, las dos cajas gallegas…) para sanearlos, que ya toca…
Ni la financiación de los HISPABONOS, que se crean para que puedan acudir a la financiación a través del Estado las CC.AA. que serían incapaces de hacerlo por sus medios… Y aquí hablamos de la friolera de otros buenos 25.000 millones de euros.
Junto a esto se nos junta con las necesidades de financiación del propio Estado, cifradas en 85.000 millones de euros para este año, con el inconveniente que a pesar de que se ha financiado ya el 50% muchas son en letras que acaban venciendo de nuevo en este mismo años (letras a 3 y 6 meses). Eso junto con la nueva desviación del déficit prevista, dado nuestro previsible fuerte crecimiento negativo, que ya está demostrando que las medidas adoptadas de subidas de impuestos no han servido de nada, junto con cualquier agujero adicional que salga, que lo habrá, nos hace ser muy pesimistas sobre nuestra capacidad, por nosotros mismos, de encontrar financiación en los mercados suficiente para sobrevivir, más incluso en momentos en que nadie quiere papel español y se denota viendo lo elevada que está la prima de riesgo…
En definitiva, estamos muertos y sin rescate alguno ya que todo el mundo sabe de nuestras necesidades de financiación inmensas. Todo el mundo conoce que aparte de los avales y más avales que hemos ido concediendo a los bancos para que acudieran al BCE, aparte de que el colateral está casi acabado y los propios bancos se están comiendo la liquidez lograda de los dos LTROs, y que ya avisan que no están dispuestos a comprar más bonos españoles, ya que les provocaría su quiebra total en caso de una quita española, no tenemos ninguna capacidad de encontrar dinero para financiarnos en el mercado.
Es muy posible que en las últimas subastas ya se hayan celebrado con un reparto equitativo salvador entre las instituciones bancarias: "tocamos cada una a 300 millones de euros". Pero así, obligando a comprar un trozo de este rico pastel, no se podrá seguir más tiempo...
Es casi seguro que hemos pedido ayuda a la UE, que hemos pedido rescate. Leyendo entre líneas a Rajoy se intuye esta circunstancia. Viendo lo bien que se llevan ambos partidos también… Lo malo es que la espera va a ser larga. Merkel, que va a ser quien decide si hay o no rescate, se enfrenta en primavera próxima a sus propias elecciones y sabe que su electorado no está muy contento con el dinero alemán muy cuantioso empleado en ayudar a Grecia y Portugal… La ayuda a España es tan voluminosa que los ojos le hacen chiribitas. Los millones de euros son tantos que es un imposible…, no va a querer darnos nada. Luego iría Italia y eso si que es imposible del todo.
Hay un gran consenso entre los analistas, los banqueros y políticos que la historia se va a acabar repitiendo, que nos van a volver a ayudar como se hiciera con los otros PIGS. Y no te has parado a imaginar qué pasaría si no fuera así, qué riesgo incurriríamos… Sería catastrófico si no nos dieran el rescate solicitado.
Ayer mismo la Comisión Europea nos planteó una serie de medidas draconianas que debíamos hacer para seguir hablando. Las encontraras en la prensa de hoy: subir el IVA (que nos habíamos equivocado subiendo los impuestos directos…, si ya lo dije yo)…y un montón más…
Por tanto, creo que te debes prepararte para cualquier desenlace trágico para España. Creo que no debes descartar un NO RESCATE y una declaración de default que evite la salida masiva de depósitos y que nos permita pedir formalmente la ayuda necesaria de financiación. Y creo que no nos van a ayudar desde fuera. Esto es lo que nos están mostrando al menos. La diferencia entre nosotros y Grecia es que las necesidades de financiación que tenemos son muy elevadas y las podemos querer para ya. Grecia era capaz de aguantar meses y meses, e iba salvando los trastos… No sé yo si aquí seremos capaces de esperar lo que Grecia esperó. Los españoles, que son muy cucos, iban a sacar toda la pasta del país y a agravar la situación aún más si cabe.
Creo que si no has actuado con los depósitos bancarios y con posiciones de acciones españolas, o con otros activos que tengas, aunque pienses que son muy seguros, debes actuar sin demora. Ayer le dije a más de uno que yo me tomaría el día libre para hacer lo necesario para salvaguardar el patrimonio financiero. Llámame y te cuento lo que haría. Pero, ponte las pilas y actúa…Un desconsolado abrazo.
PD1: Hay que joderse. Este no es el camino. Los depósitos siguen saliendo de España: April saw €31 bn (or 1.9%) deposit outflow from banks
Veremos en mayo que es cuando más nervios ha habido…
Desde hace unos días está muy presente en los medios de comunicación si la Iglesia Católica debería o no pagar el IBI (Impuesto sobre Bienes Inmuebles). Han surgido algunas críticas que proponen que la Iglesia comience a pagar este impuesto, pero a veces no aportan todo el contexto o desconocen la naturaleza de la Iglesia. También está en la raíz de la polémica si Cáritas vería mermada su actividad por este impuesto. Proponemos diez claves para entender esta cuestión, que no pretenden agotar el tema sino dar un poco de luz.
1) La gestión de los bienes de la Iglesia en España no se lleva a cabo de forma unificada. Los bienes pertenecen a las más de 40.000 entidades que forman parte de la Iglesia que son titulares legítimos. La Conferencia Episcopal no engloba ni gestiona todos los bienes de la Iglesia en España.
2) Del IBI están exentos tanto la mayoría de los bienes de los Ayuntamientos, como otros de las Comunidades Autónomas y del Estado. También lo están «los bienes de los que sean titulares, en los términos previstos en la normativa reguladora de las Haciendas Locales, las entidades sin fines lucrativos, excepto los afectos a explotaciones económicas no exentas del Impuesto sobre Sociedades» (art. 15 de la ley 49/2002 , de 23 de diciembre, de régimen fiscal de las entidades sin fines lucrativos y de los incentivos fiscales al mecenazgo).
3) El Acuerdo de Asuntos económicos entre la Santa Sede y el Estado Español así como el régimen legal de las entidades sin ánimo de lucro (ley 49/2002) hace que los bienes de la Iglesia estén exentos del IBI.
4) Si la ley dice que la Iglesia debe pagar el IBI lógicamente se someterá a la ley pero, hoy por hoy, el ordenamiento jurídico español le exime de este impuesto. Es obvio que el pago de este impuesto disminuirá los recursos de la Iglesia para atender a otras necesidades. En todo caso, si la Iglesia tuviese que pagar este impuesto supondría 100 millones de euros.
5) La Iglesia no es una entidad con ánimo de lucro y su actividad no es lucrativa. Esta es la razón de su exención del IBI pues también se exime a todas las entidades que realizan actividades no lucrativas. Por tanto, no se trata de un privilegio.
6) Gravar a la Iglesia es gravar a una entidad no lucrativa y es disminuir sus recursos para llevar a cabo su labor en todos los demás campos.
7) Cáritas según dicen su página web es "la confederación oficial de las entidades de acción caritativa y social de la Iglesia católica en España, instituida por la Conferencia Episcopal". Es decir, son la institucionalización de la actividad caritativa de la Iglesia. Por ello, tiene poca entidad preguntarse si la Iglesia financia o no Cáritas. Por supuesto que la financia.
8) Cáritas se financia con el dinero de sus miles de donantes. Muchos de ellos lo canalizan a través de las colectas que se realizan en las parroquias. Esos son precisamente los inmuebles que se quieren gravar con el IBI.
9) Desligar la actividad caritativa y asistencial de la Iglesia del resto de su actividad pastoral es utópico. La caridad de los cristianos no surge por generación espontánea. Un cristiano practica la caridad porque se le ha anunciado a Jesucristo muerto y resucitado, porque lo ha celebrado en la liturgia y porque da testimonio de él. No se puede desligar la actividad caritativa de la Iglesia del resto de su labor evangelizadora porque surge precisamente gracias a ella.
10) Esta controversia es un buen momento para recordar la labor de Cáritas y colaborar con ellos. Puedes hacerlo en este enlace.