La Comisión Europea espera que el déficit público de España escale al 10,2% del PIB en 2012. Esta cifra está muy lejos de las previsiones anunciadas la semana pasada por el Presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que anunció en el debate sobre el estado de la nación que se situaría por debajo del 7%
Además, Bruselas destaca en sus estimaciones que la economía española se contraerá un 1,4% en 2013 frente al 0,5% calculado por el ejecutivo. Además, la UE cree que la tasa de paro nacional aumentará hasta el 27%
Volvamos a preocuparnos por el problema de la deuda pública que vamos a acumular y que presumiblemente alcance casi el 100% de nuestro débil PIB en breves y que implica que nunca desde el siglo XIX habíamos tenido tanta acumulada… Habrá que recortar gastos de algún sitio para poder pagar los intereses. Otra posibilidad es que optemos por decir que nunca la vamos a pagar y empecemos con las QUITAS de una vez, así nos ahorraremos mucha pasta en intereses…
La deuda pública se esfuma de los balances
La gran olvidada de los balances económicos de fin de año es la deuda pública. Ayer, el presidente del Gobierno reseñó sus trabajos durante este curso y puso énfasis en el ajuste del déficit, señalando que de haberse mantenido en un 11% del PIB, España se hallaría en una situación «insostenible». Pero de la deuda pública no hubo mención alguna, pese a que ésta no es más que la suma de los déficit fiscales acumulados a lo largo del tiempo.
Claro, no es fácil hablar de ajuste cuando uno le ha metido entre 10 y 16 puntos del PIB a la deuda pública, según las cifras que se consideren. Según el Banco de España, la deuda pública a finales de 2011 equivalía a 736.468 millones, el 69,3% del PIB, esto supone una desviación de 0,8% respecto de lo presupuestado (68,5%). A finales del tercer trimestre de 2012, la deuda ya era de 817.164 millones, o sea, 80.696 millones adicionales.
Sólo en el año 2008, uno de los de mayor descontrol de la gestión deZapatero, éste incurrió en un endeudamiento similar, cuando elevó la deuda en 13,5 puntos del PIB.
El Gobierno de Rajoy predijo que cerraría el ejercicio 2012 con una deuda pública del 79,8% del PIB, 11,3 puntos adicionales. Pero todo indica que esa cantidad quedará largamente superada porque ahí no se consideraba el préstamo europeo para sanear el sistema financiero. Para 2013, según los presupuestos recientemente aprobados, la deuda llegará al 90,5% del PIB. Esto significa que en dos ejercicios, el Gobierno de Rajoy incrementará este baremo en 22 puntos del PIB. Si se suma la deuda de las empresas públicas, que Eurostat permite no contabilizar, hay que añadir otro 5% del PIB, lo cual situaría nuestros compromisos públicos en un límite por encima de lo crítico. De hecho, la OCDE estima que en 2013 nuestra deuda pública superara el billón de euros.
Ante este aumento explosivo de la deuda pública, casi es preferible que la prima de riesgo no baje para que el Gobierno no se sienta tentando de seguir endeudándose.
Otro dato que hay que vigilar es la evolución de la deuda externa, que es la suma de persistentes déficit de la balanza de pagos por cuenta corriente. Este año, por primera vez en mucho tiempo, se ha registrado superávit en la balanza de pagos en julio, agosto y octubre. Se está corrigiendo uno de los mayores desequilibrios de nuestra economía, donde llegamos a disputar el récord de déficit con países como EEUU o el Reino Unido. El problema es que la corrección de este problema nos ha situado en nuestro nivel de pobreza real y ha desnudado males que no hemos querido atender: la falta de productividad de nuestra economía y nuestra nula capacidad de ahorro interno.
Moncloa le pierde el respeto a la deuda
En dos ocasiones se refirió el sábado Cristóbal Montoro a la deuda pública y en las dos lo hizo críticamente. Cuando habló de los 38.000 millones que los Presupuestos destinan a gastos financieros (10.000 millones más que en 2012), aludió al peso «del pago de intereses... derivado no tanto del cambio de escenario en los tipos de interés como del incremento del volumen de deuda: por eso es importante parar-el-crecimiento-de-la-velocidad-de aumento-de-la-deuda pública». Farragoso, pero comprensible.
Depués se refirió al efecto desplazamiento (crowding out) de la demanda privada que esa deuda provoca: «[Hay que] detener el avance de la deuda pública que se está llevando una parte sustancial del crédito financiero que necesitan los emprendedores...».
Oído esto se diría que los efectos del endeudamiento público son tan perversos que Montoro se cuidaría mucho de no incurrir en él. Pues no, resulta que en los dos Presupuestos que ya ha elaborado el Gobierno de Mariano Rajoy, la deuda ha avanzado del 68% del PIB en diciembre de 2011 al 90,5% que se prevé a finales de 2013. Y hay que poner esta cifra entre interrogantes porque el Ejecutivo dijo que en diciembre de 2012 la deuda estaría en el 79,8% del PIB y, en realidad, va a llegar al 85,3%. Merece la pena recordar que, en esta cifra, Eurostat permite no incluir el sector público empresarial, por lo que hay unos 55.000 millones de deuda que no se contabilizan.
Los intereses de la deuda casi igualan el dinero de todos los ministerios, superan la prestación de desempleo y es la tercera parte de lo destinado a pensiones. Sin embargo, pese a lo mal que le parece endeudarse al ministro, se puede decir que en Moncloa le han perdido el respeto a este parámetro. De hecho, en dos ejercicios fiscales lo han incrementado 22,5 puntos del PIB, frente a los 32 puntos de Zapatero entre 2007 y 2011. Cierto es que con esto se han pagado las facturas de los cajones, se ha rescatado a la banca, pero también se ha taponado el déficit, esa hemorragia que el Estado es incapaz de frenar mientras no aborde reformas en la estructura de la Administración y el Estado de Bienestar.
Entre 2007 y 2009, España perdió más de 60.000 millones de sus ingresos fiscales (ver gráfico), equivalentes a unos seis puntos del PIB. Es una caída espectacular que sólo puede ser explicada en una pequeña parte por el pinchazo de la burbuja inmobiliaria. «Esta es la auténtica caja negra de la economía española», decía hace unos días un alto cargo del Gobierno. Nadie se explica cómo con la misma presión fiscal, Chipre recauda proporcionalmente el doble que España. A su juicio, el fraude sólo explicaría 20.000 millones. ¿Y el resto? «El fuerte endeudamiento», dice. «Cuando alguien compraba un coche, aunque lo hiciera a crédito, liquidaba los impuestos (alrededor del 28% entre IVA e impuesto de matriculación) de una sola vez de algo que financiaba a cinco o 10 años. Al restringirse el crédito, esos ingresos desaparecen». Según este alto cargo, eso podría explicar hasta 40.000 millones de ingresos-golondrina.
Hay otra explicación que, además de al ciclo económico, achaca responsabilidades al Ejecutivo y es la práctica destrucción del Impuesto de Sociedades con el Gobierno socialista. Este tributo pasó de recaudar 44.823 millones en 2007 a 16.198 millones en 2010. Antes de la subida de impuestos de diciembre de 2011, el tipo medio efectivo de los hogares españoles era del 11,5% de su renta y el de las empresas era del 9,9%.
La Agencia Tributaria ya advirtió que la reforma del impuesto en 2007 (bajó del 35% al 30%) había provocado «una rebaja particularmente intensa del tipo efectivo» gracias a la maraña de deducciones. Zapatero le dio la puntilla al tributo durante una cumbre empresarial de 2010 en la que concedió la libertad de amortización sin requisito de mantenimiento del empleo, y nadie dijo nada.
Estas han sido algunas de las decisiones más nefastas de nuestra historia económica reciente, como han advertido casi en solitario los inspectores de Hacienda. No sólo porque se hundió la recaudación, sino porque se incentivó que las empresas se endeudaran en España, pero lo invirtieran todo en el extranjero. Por eso 2007 y 2008 son años récord para la inversión directa de España en el exterior. Fuera de toda lógica económica, aunque una inversión en España resultara más rentable que en un país con baja imposición, el esquema de incentivos fiscales hacía más interesante pedir el préstamo en España, pero invertir en Bulgaria, creando empleo e ingresos fiscales allí y no aquí. Nuestro modelo tributario, en consecuencia, está desequilibrado. Por esto resulta urgente que antes de seguir subiendo impuestos, Hacienda comience a plantearse ya una fiscalidad con un reparto más equitativo de unas cargas que, además, deberían ser más llevaderas para todos.
Abrazos,
PD1: La memoria nos engaña. La cabeza, también. Los gráficos siempre… Mira este buen ejemplo. Comparación de tener BBVA, o de tener BANCO SANTANDER:
Desde 2000 ha ido mejor el Santander ya que “sólo” ha perdido en bolsa un 43%, mientras que el BBVA se ha dejado un 51,6%... Fueron al alimón hasta el 2007… Después el Santander fue mejor.
Pero si nos fijamos de cerca, vemos cosas que son distintas. Desde el inicio de la crisis, desde el 2009 han ido también parejos…, más o menos:
Pero ¿qué ha pasado en los últimos 6 meses? Cada uno por libre. ¿Qué le pasa al Santander? O mejor dicho, ¿corregirá el BBVA y se alineará con el Santander? Ni idea y ni idea… No invertiría en ninguno de los dos y punto. Creo que hay más sombras que luces…
Un 27% de subida el BBVA en los últimos seis meses, mientras que el Santander sólo ha subido un 2,5%, no cuadra ¿? Y el Ibex, en estos seis meses un 8%... ¿No está el BBVA un poco alto? Eso parece…
PD2: Nos persiguen otros países pequeños… ¡Qué mal ejemplo les damos! Croatia's unemployment rate rose to 21.9 percent in January from 21.1 in December
PD3: ¿Ya te han contado lo que es Google Glass? Te pongo al día…
PD4: Los tiempos han cambiado... El Tesoro Público capta en dos meses casi tanto dinero como el que logró en todo el 2007. Hay unos compradores sólidos, los grandes bancos que le deben una al Gobierno, por sanarlos gratis total a costa de todos los españoles. La segunda importante diferencia es que en 2007 había un 36% de deuda pública y ésta tenía una prima de riesgo de 5 puntos básicos. Ahora tenemos un 90% de deuda pública, un país en depresión, un 26% de paro, sin viabilidad ninguna, y una prima de riesgo de 350 pb… La magia está en las compras bancarias, o los acuerdos que se ha llegado entre Tesoro y tesoreros… ¿Cuánto durará este paraíso terrenal?
PD5: ¿Quién es el que compra la deuda pública española? Los bancos españoles y los bancos extranjeros. Nadie más… Cuando no les entre ni un céntimo más, tendremos problemas… Es por eso por lo que los políticos les conceden a los banqueros lo que quieran… Dádivas tras dádivas, lo que quieran… Van a morir juntos.
Por cierto, el BCE también tiene un puñado de deuda pública española: 44.300 millones de euros… De la que más tiene es de Italia.
PD6: ¿Nos rescatarán cuando no se consigan vender más papelitos? Esto no lo repito que te he contestado miles de veces. Aprietate los machos que puede llegar cuando menos te lo esperes… Ya sale de cachondeo en los chistes de la prensa¿?
PD7: Te acuerdas cuando salimos del plan de pensiones Global en octubre pasado (SP500 a niveles de 1465 puntos, el pico de la segunda montañita del gráfico), que no queríamos tener más acciones, que la bolsa americana y la alemana estaban muy altas y no reflejaban la realidad económica, pues eso, que el último duro se lo gane otro, que nunca sabes luego cuando se da el mustio. Ahora con prisas hubiera sido peor… Nunca se vende en el punto más alto ni nunca se compra en el más bajo. Pero hay que saber vender, que es lo más difícil. Comprar es mucho más fácil… Mira lo que ha hecho el mercado desde entonces:
Los políticos se tienen que poner de acuerdo antes del día 1 de marzo para no liarla (de otra forma se procede automáticamente al recorte de gastos federales, mandando a casa a muchos empleados públicos…) Y en Italia de nuevo ingobernabilidad. Es alucinante, ¿quién le vota? Ay de la derecha, que napias tiene… De Francia mañana te cuento… Si es que esta más chungo de lo que te imaginas. Las casas de análisis no se atreven a contarlo, la prensa, como siempre, no se entera, los políticos siguen mintiendo y al pobre inversor se la dan con queso.
PD8: Gracias Santo Padre
Muchas Gracias. Video de 2 minutos.