13 febrero 2013

9 enero 2013 España insostenible

Estamos esperando a que España pete, que se colapse… es a lo que vamos. No lo digo yo, lo dice todo el mundo libre, que no somos todos…(los políticos siguen con su mensaje falso).

Que no te ciegue la bolsa, se la llevan donde quieren, siempre lo han hecho. Es muy manipulable mientras no haya volumen. Cuando hay muchas órdenes de venta o compra no la controlan; cuando se seca, como ahora, hacen lo que quieren…

La España insostenible de Mr. Rato

 

Si es verdad, como decía Caballero Bonald, que "somos el tiempo que nos queda", es muy probable que España se esté convirtiendo es un país insostenible. No es un derrotismo fácil basado en una percepción subjetiva. Ni un juicio de intenciones. Es la constatación empírica de una realidad compleja y demoledora que se manifiesta en una comparación clarificadora. Hacienda ha revelado que en 2011 -últimos datos disponibles- existían en España apenas 12,5 millones de asalariados 'puros'. Es decir, trabajadores por cuenta ajena que no tienen otra fuente de ingresos más que su empleo.

La cifra es significativa, pero lo que es realmente impactante es que, a la luz del IRPF, existen 9,1 millones de españoles que o bien son pensionistas 'puros' -sólo perciben rentas de su pensión- o son parados con algún ingreso.

El país sigue viviendo como si se tratara de una crisis económica más a la que se le puede hacer frente con soluciones pacatas y de subsecretario. Ganar tiempo como sea parece ser el mensaje a la espera de que escampe en Europa. Y el fichaje de Rato por Telefónica va en esa dirección. Es más de lo mismo. Forma parte de la modorra nacional. De la inercia que conduce al abismo. De la España de la escopeta nacional

La proporción es aterradora -casi el 73% entre unos y otros- , y muestra las dificultades históricas de este país para crear puestos de trabajo (más allá de la burbuja inmobiliaria) para una población que supera ya ampliamente los 46 millones de habitantes. Pero es todavía más llamativo comprobar que en 1999 -al arrancar la unión monetaria- España contaba con 11,9 millones de asalariados 'puros', mientras que había 7,3 millones de pensionistas y parados con una sola fuente renta.

Eso quiere decir que mientras el número de asalariados ha crecido apenas un 0,5% en una docena de años, el número de pensionistas y parados ha aumentado casi un 25%. La relación no sería tan mala si no fuera porque en ese mismo periodo tanto la prestación de servicios públicos -sanidad, educación o asistencia social- como las inversiones del sector público (que conllevan gasto corriente) no hubiera crecido de forma exponencial, pero sucede justamente lo contrario, y eso explica que este país comienza a ser insostenible si no cambian las cosas. Y no parece que vayan por ahí los tiros.

El país sigue viviendo -al menos es lo que se intenta transmitir- como si se tratara de una crisis económica más a la que se le puede hacer frente con soluciones pacatas y de subsecretario. La consigna parece ser ganar tiempo como sea a la espera de que escampe en Europa. Y el fichaje de Rodrigo Rato por Telefónica va en esa dirección. Es más de lo mismo. Forma parte de la modorra nacional. De la inercia que conduce al abismo. De la España de la escopeta nacional.

Sólo muestra la pervivencia de algunas élites políticas y empresariales incapaces de entender el tiempo que les ha tocado vivir. Y que campan a sus anchas absolutamente desconectadas de una opinión pública (que otra cosa es la democracia) a la que desprecian, amparadas en esa sensación de impunidad que da el poder (Alierta está sobrado, asegura un fino economista). Probablemente, porque esas mismas élites viven instaladas en un hedor conformista que les impide comprender la dimensión del problema.

Una larga cambiada

Esta realidad 'de toda la vida' es la que explica que el bueno de Don Rodrigo se haya pasado por Moncloa en busca de árnica de la fiscalía. Incluso, en busca de algún consejo de administración como el de Repsol, a lo que Rajoy respondió con una larga cambiada.

Y es que Rato necesita cariño, reconocimiento. Pero como le sucedía al coronel de García Márquez, no tiene quien le escriba. Él no lo hace por dinero, sino que lo suyo es enredar (por eso se volvió de Washington), como en los viejos tiempos de Hernández Mancha. Rato sólo pide ahora favores a los viejos amigos de esa aristocracia económica que él amamantó en la segunda mitad de los años 90 tras la retirada del sector público de la actividad empresarial. Los barandas de los antiguos monopolios que hoy presumen de estar en medio mundo. Pero que siguen comportándose como en los tiempos del INI o del Patrimonio del Estado.

Detrás de este comportamiento se encuentra, sin duda, la escasa movilidad empresarial existente en España, donde hay presidentes de grandes compañías que llevan años y años al frente de los consejos de administración de sus empresas sin apenas tener representación accionarial. Simplemente por haber sido capaces de tejer a su alrededor una guardia pretoriana de fieles dispuesta a matar por el jefe y sus honorarios

Que se sepa, ningún alto ejecutivo del Ibex ha hecho mutis por el foro desde que estallara la crisis, como si el alto endeudamiento de muchas empresas cotizadas -léase la propia Telefónica- o algunas inversiones ruinosas en el exterior fueran culpa del empedrado. Como si la escasa internacionalización de la empresa española fuera responsabilidad de una maldición bíblica.

Claro está, siempre hay un Gobierno al que echarle la culpa. O siempre hay una buena campaña de imagen para lavar malas conciencias. Los pecados de soberbia, como es el nombramiento de Rato, se pagan así. Con oraciones pecuniarias.

Detrás de este comportamiento se encuentra, sin duda, la escasa movilidad empresarial existente en España, donde hay presidentes de grandes compañías que llevan años y años al frente de los consejos de administración de sus empresas sin apenas tener representación accionarial. Simplemente por haber sido capaces de tejer a su alrededor una guardia pretoriana de fieles dispuesta a matar por el jefe y sus honorarios. O un comité de nombramientos, retribuciones y buen gobierno, que así se llama, que elige a Rato miembro de un fantasmal consejo asesor porque sabe que en ningún país civilizado podría ser elegido para formar parte del consejo de administración. Ningún regulador lo hubiera aceptado en EEUU. Como dice un avezado empresario: ''que mal debe estar Rato para aceptar un puesto tan inútil'. Y qué poco le interesa la opinión pública a compañías que viven de millones de clientes.

Estamos ante esa misma España añeja que sale en los publirreportajes sobre el Rey, donde sólo se habla de pasado, pero nada de futuro. Y que desconoce aquella frase célebre de Ortega recogida por Julián Marías en sus Memorias, dicha en los primeros años de la República, cuando las Cortes comenzaban su actividad legislativa: "Hay tres cosas", decía Ortega, "que no podemos venir a hacer aquí: ni el payaso, ni el tenor, ni el jabalí", pero, como decía Marías, hubo bastantes representantes de las tres categorías.

Y en eso estamos. Una España insostenible en lo macroeconómico que se empobrece día a día y que convive con la España adocenada que desprecia cuanto ignora, que decía Machado de los castellanos.  La España incapaz de dialogar en manos de un puñado de altos ejecutivos que controlan el Ibex a su antojo.

Mucha atención se ha prestado en los últimos años a la crisis del sector público, sin duda por razones obvias y en coherencia con tan irresponsable gestión. Pero poco se ha dicho del buen gobierno en las empresas cotizadas, donde el amiguismo y hasta el fulanismo forman parte de sus señas de identidad. Ignorando que todas las economías de mercado que funcionan de manera correcta son una mezcla de Estado y de mercado, pero sin inconfesables vasos comunicantes.

Mientras la población está más cabreada que nunca. Y continua el movimiento 15M… originado por DEMOCRACIA REAL YA, ¿evolucionando? ¿Has visto el video del partido X? ¿Tendrá éxito? No lo sé. Dependerá por dónde salgan. Pero el personal está hasta los bolinguis de lo que tenemos… El manifiesto inicial de regeneración democrática lo compartimos muchos. Los perroflautas no, las ideas, sí.  Abrazos,

PD1: Mientras tanto, Alemania hará más recortes para equiparar ingresos y gastos ya en 2014… Francia, que dijo que no haría austeridad, la está haciendo. Y sin embargo, en España nos han pedido que no metamos más tijera, que hemos frenado demasiado la economía y que si sigue así, se despeña del todo… Los alemanes se están beneficiando: Alemania coloca letras a seis meses al -0,009%. Pero el crecimiento allí es parco: German economic minister says German economy grew 0.75% in 2012

PD2: Aquí la gente ahorrando en comida. Esto no es una recesión, es una depresión. Y es la parte social la que ningún gobierno puede controlar, sobre todo estando tieso…

PD3: Como no hay crédito para el circulante, no se paga a proveedores. Pero no pagan las administraciones públicas, ni las pequeñas empresas, ni las grandes empresas. Las sociedades del Ibex pagan a proveedores con 215 días de retraso, casi el triple de lo permitido… Todo el mundo está tieso y quien poco hace, cobra mal y tarde, cuando cobra…, si es que cobra.

PD4: El ajuste de oficinas y empleados bancarios, el famoso "el de la sucursal", no ha terminado. La banca perderá otros 55.000 trabajadores y se pondrá en los niveles de los años 70…

A ver cuando nos llega este mismo adelgazamiento necesario en la administración pública, llena de chupópteros, asesores y políticos que no se sabe lo que hacen, o se sabe demasiado bien: meter la manita…

PD5: Nuestro problema no es la PRIMA DE RIESGO. Como bien dice este hombre, nuestro problema es que cada vez tenemos más deuda pública y aunque no suban sus costes, se aplica sobre más volumen y retrotae dinero para otras cosas. Eso teniendo en cuenta que no ingresamos más, que nos fríen a impuestos y no se recauda más y seguimos con más déficit que genera más deuda pública…, tanta deuda nos lleva al fiasco…

…el problema de la deuda pública española no es el coste de financiación, ni la prima de riesgo, sino el creciente volumen de la misma. Aunque los costes unitarios no se incrementen, el servicio financiero de la deuda sí lo hace al ritmo del crecimiento de la propia deuda. España está en un proceso de reducción del déficit público, pero mientras exista déficit público seguirá aumentando la deuda, y por tanto, los intereses a pagar. El déficit de cada año se convierte en más deuda que hay que financiar. Aunque el déficit se reduzca, la deuda aumenta, y con ella el coste financiero a pagar…

PD6: Si te divierte saber cosas del AVE, no dejes de leerte este artículo. Demuestra que las obras faraónicas han sido la constante de los últimos 20 años. Obras que se proyectaban pensando que los usuarios las iban a reclamar como locos y que luego no se cumplen sistemáticamente con las previsiones. La típica chapuza española liderada por los manirrotos políticos…

PD7: El paro en España es del 26,6% según Eurostat, frente al 11,8% de la eurozona epp.eurostat.ec.europa.eu/cache/ITY_PUBL El paro juvenil español bate todos los récords. Es del 56,5% según Eurostat. En Alemania, ronda el 8%...

PD8: UBS duda de que se puedan colocar los 71.000 millones de euros netos nuevos de deuda (incluidos en los 230.000 millones de renovación de vencimientos): "Es poco probable que los mercados puedan absorber el exceso de deuda española", asegura el informe, que prevé que la subida de las rentabilidades de los bonos obligará al Gobierno a solicitar el rescate en los seis primeros meses del año

PD9: La gente no se confiesa‏

La gente no se confiesa porque no hay dolor de los pecados. No lo sienten. Hemos alcanzado un nivel de pecado que la gente se habitúa y no le duele pecar. ¿Para qué me voy a confesar? ¿Qué gano con pedir perdón? Es terrorífico, pero así andamos. El pecado ya no duele y por eso se repite, y se repite… La nueva evangelización parte de cero, parte de empezar a mostrar a la gente un camino de moral, un qué se puede hacer, qué ofende a Dios, un qué no se puede hacer… Parte por enseñar la misericordia de Dios, que nos espera para perdonarnos, sin juzgarnos… Mientras aquí en la tierra nos dedicamos a juzgarnos entre nosotros, a criticarnos y ponernos verdes… ¡Ay, qué memos somos!